Se negaron a marcharse de la finca de Santa Eulària donde habían trabajado como empleados del hogar y ayer acabaron en el banquillo acusados de un presunto delito de coacciones por los que el fiscal pide seis meses de cárcel para ambos.
Los dos acusados, Mohamed H., condenado en su día en Ceuta a diez meses de cárcel por salud pública, y Fátima Ch., una pareja de marroquíes que durante su juicio en el Juzgado de lo Penal número 1 de Eivissa se acogieron a su derecho a no declarar, fueron supuestamente contratados en su día para realizar durante quince días trabajo de hogar por una cifra próxima a los 500 euros en una propiedad de Morna.
Se desconoce con exactitud si dicha cantidad fue satisfecha, aunque fuentes relacionadas con el caso señalaron que no. El dueño de esta finca no ratificó su denuncia en el juicio al no comparecer ayer. Sin embargo, durante la investigación judicial se apuntó a la posibilidad de que los dos decidieran permanecer en la finca, en un coche, al no tener adónde ir tras acabar esta relación laboral, acción que el ministerio público también consideró susceptible de entenderse como una posible coacción para que se mantuviera su relación contractual.
Los sospechosos, según el escrito fiscal, accedieron a la finca el 12 de julio y se instalaron en esta propiedad durante tres días, plazo en el que concluyó su postura.