La embarcación Royal Enterprise, un yate de 32 metros de eslora que el martes acabó sobre las rocas en la zona de ses Bassetes en es Racó de s'Oli, a pocos metros y por fuera de la bocana de s'Estany des Peix de Formentera, seguía ayer en una situación problemática. Pero los trabajos de recuperación no se llevaron a cabo ayer por cuestiones burocráticas, así como económicas entre el armador y la compañía de seguros pese a que desde el Consell de Formentera se urgió a que se sacara la embarcación ante las previsiones de inclemencias meteorológicas en los próximos días.
El propietario es un ciudadano suizo y aparentemente en Internet la embarcación está a la venta por 3,9 millones de euros.
La escora sobre el costado de babor se había agudizado respecto a los 20º que presentaba el martes, pero la absoluta calma del mar no parecía cuestionar por el momento su estabilidad. Además y tal como informaron desde el servicio de emergencias, no había ninguna fuga de combustible, la embarcación estaba sellada y además se mantenían las barreras de contención en la bocana de s'Estany des Peix para que una nueva contingencia no propiciara la entrada de vertidos de carburante o líquidos de la embarcación en el caso de un nuevo temporal o por efecto de los trabajos de reflotamiento previstos. Pero, según señalaban desde el Consell, «se ha perdido un día sumamente valioso para sacar el barco, un día de calma total y ya se verá que sucede a partir de mañana (hoy para el lector) ya que las previsiones del tiempo no son nada favorables».