Estaba en Holanda, y en todo momento localizado. La detención de Paulo César Baptista, el nombre real de José Pereira Sousa, el portero del Ushuaïa buscado por el homicidio de Abel Ureña, estaba desde hace semanas pendiente de que la policía holandesa, tras la información facilitada por la Guardia Civil, considerara cuál era el momento oportuno para hacerlo. El sábado se cumplió esta fecha. Baptista cayó en la ciudad de Alkmaar, al norte de Amsterdam.
Su paradero terminó de ser un incógnita en el momento en el que el también prófugo de la justicia portuguesa por su relación con la denominada ‘Mafia da Noite', abandonó Eivissa. Lo hizo cuando vio que su verdadera identidad iba a quedar al descubierto después de que el 20 de agosto dejara de un puñetazo en estado crítico a Abel Ureña, fallecido finalmente el 3 de septiembre.
Destino
Abandonó el Hummer que conducía en el aeropuerto y tomó un vuelo a Barcelona usando una identidad falsa. Desde allí, su destino siguiente fue Holanda. La Guardia Civil, a través de sus unidades de Policía Judicial, averiguó enseguida desde Eivissa donde se encontraba y comenzó las conversaciones con la policía holandesa para tramitar su arresto y colaborar con ellos en todo lo necesario para que Paulo César Baptista fuera cuanto antes entregado a las autoridades españolas.
La información recogida por este periódico señala que Baptista se desplazaba por Holanda creyéndose completamente a salvo, muy seguro de sí mismo, y sin siquiera sospechar que sus movimientos estaban bajo vigilancia por la policía holandesa después de que la Guardia Civil les diera detalles a sus colegas sobre su destino final.
Las autoridades holandesas recibieron la orden internacional de busca y captura dictada desde España y, con los datos facilitados por la Guardia Civil, pusieron al portero en su punto de mira. Una vez completada la tramitación del ‘expediente' internacional para la detención del sospechoso y obtenidos los permisos judiciales para ello en los Países Bajos se acabó la suerte para Paulo César Baptista.
LA FICHA
VIAJE. Paulo César Baptista se ‘refugió' en Holanda tras abandonar España con nombre falso. Lo hizo desde Barcelona horas después de que el 20 de agosto dejara en coma a Abel Ureña.
FALLECIMIENTO. Su víctima pereció en el hospital el 3 de septiembre. Se supone que el homicida estaba en los Países Bajos.
BUROCRACIA. La policía holandesa lo apresó al completarse los trámites internacionales para su arresto.
Paulo César Baptista, que estaba en España bajo el nombre falso de José Pereira Sousa, en una foto de posado.
EL APUNTE
Todo tipo de especulaciones corrieron tras la huida del portero. Desde el comienzo, la investigación tuvo claro que lo más probable es que se hubiera arriesgado a tomar un vuelo o un barco, aunque hubo quien pensó que podía haber contado con ayuda para salir de la Isla por medios privados. Paulo César Baptista sólo corrió el riesgo de ir al aeropuerto cuando pensó, con acierto, que no había dado tiempo a que todos sus nombres figuraran en las listas portuarias de buscados. Ni siquiera pasó por su apartamento, según reveló la inspección ocular, ni intentó cobrar antiguas deudas que tenía pendientes.
LOCALIZADO
Paulo César Baptista se movía por Holanda creyendo que estaba a salvo y sin sospechar de que sus movimientos estaban bajo vigilancia
Proceso
Un caso pendiente de que sea extraditado a Evissa para declarar
La entrega de Paulo César Baptista en el juzgado de Eivissa que abrió diligencias tras la muerte de Abel Ureña es cuestión ahora de un poco más de tiempo. Las fuentes consultadas por este periódico señalaron que, como es habitual en este tipo de casos, lo correcto es que las autoridades españolas confirmen la orden de entrega y sobre ello resuelva la Justicia holandesa en trámites, a su vez, a los que no son ajenos los ministerios de Exteriores de ambos países. En estos procesos intervienen por duplicado hasta tres ministerios: los de Interior, Exteriores y Justicia.
La cuestión se complica aún más si las autoridades portuguesas, a su vez, reclaman al acusado. Todo ello ya que Baptista, condenado en su país de origen a más de siete años de prisión por sus actividades mafiosas, se encuentra fugado desde el 30 de abril de 2009. Lo normal es que primero sea entregado en España y puesto a disposición de la Guardia Civil de Eivissa para que su unidad de Policía Judicial complete el atestado con su declaración.
Una vez ante el juez, Paulo César Baptista tendrá que dar explicaciones sobre las agresiones que sufrió Ureña, cuyo motivo concreto aún no está claro.
El sistema de seguridad de videovigilancia del Ushuaia recogió todo el 20 de agosto. Un primer contacto de pelea entre Baptista y la víctima después de que viera al camarero conversar con su novia. Lejos de concluir todo allí, éste, tras ser separados, siguió a Ureña hasta la zona de cocinas. Allí le propinó un puñetazo. El camarero se desplomó y, al caer, sufrió un segundo impacto tras golpearse la cabeza contra el suelo. Al parecer, fue este segundo golpe el que lo causó las lesiones más graves. De todas estas consideraciones dependerá, más adelante, la valoración sobre el grado de homicidio por el que será acusado un hombre que sabía que sus puños podían ser mortales.