La juez Martina Rodríguez, titular del Juzgado de lo Penal número 2 de Eivissa, ha absuelto a un obrero de nacionalidad ecuatoriana que agredió a un compañero suyo después de que éste le pidiera ayuda para cavar una zanja y se produjera una trifulca en la que el otro resultó herido en la cabeza tras recibir el impacto de una pala. La magistrada ha entendido que el acusado, que se jugaba dos años y medio de cárcel, actuó en legítima defensa después de que se viera sucesivamente atacado por su compañero cuando el encargado de la obra le recriminó a éste «su gandulería», según se recoge en la sentencia.
Los hechos enjuiciados ocurrieron el 12 de septiembre de 2007 en unos trabajos de construcción que se llevaban a cabo en los apartamentos Bella Vista de Sant Antoni.
Según se recoge como probado, la víctima, después de recibir un rapapolvo del responsable de los trabajos, «molesto y muy agresivo, cogió una azada e intentó hasta por dos veces agredir al acusado. A la tercera, éste último le golpeó en la cabeza con la pala que había cogido para protegerse de la agresión al ver que únicamente con maniobras evasivas no podía zafarse del acoso padecido».