Descubierto in fraganti cuando se disponía a salir del edificio de los juzgados de la Avenida Isidoro Macabich de Vila con un teléfono móvil que supuestamente acababa de sustraer en el jugado de guardia. La treta le salió mal. La sustracción fue descubierta por la funcionaria afectada, dio aviso al servicio de seguridad y éste interceptó al sospechoso cuando se dirigía y a las escaleras del exterior.
El suceso ocurrió sobre las diez y media de la mañana de ayer. El acusado, del que posteriormente se ocuparon agentes del Cuerpo Nacional de Policía para su traslado a Comisaría es, al parecer, una persona con antecedentes que accedió al edificio acompañando a una mujer que debía ir al juzgado de guardia.
Éste fue visto durante varios minutos merodeando los pasillos. Su descripción no pasó desapercibida y tras notarse la desaparición del móvil, que estaba sobre una mesa, todas las sospechas estaban en él.
Las sospechas se confirmaron cuando un miembro del personal de seguridad le llevó a una habitación reservada y, allí, en un cache le encontró el teléfono, valorado en más de 300 euro, dentro de una bota.