Condenado a seis meses de cárcel por vulnerar una orden mutua que le impedía a él y a su exmujer acercarse. Ésta ha sido la decisión de la juez Clara Ramírez de Arellano, titular del Juzgado de lo Penal número 1 de Eivissa, en el caso de un hombre que tuvo que sentarse en el banquillo después de que cruzara su coche en la trayectoria en la que iba el vehículo que conducía su expareja en un suceso ocurrido en un camino de es Cubells y en el que el propio acusado llamó a la Guardia Civil.
La afectada, natural de un país sudamericano e ilegal, señaló que, a su juicio, su exmarido actuó de esta manera para que los agentes la sorprendieran sin carné y se tramitara su expulsión de España.
Llamada
El sospechoso, por su parte, aseguró durante la causa que dicho encuentro fue una coincidencia y que se produjo en una zona del camino donde sólo cabía un vehículo. Justificó su llamada a la Benemérita para protegerse de una eventual acción de su exmujer contra él precisamente por la orden de alejamiento que pesaba contra él.
El incidente ocurrió en diciembre de 2008 pero el juicio no fue posible celebrarlo hasta el pasado mes al haberse producido múltiples suspensiones. Las desavenencias en la pareja habían terminado afectando, incluso, al régimen de visitas de los dos hijos. La madre pidió que la entrega de los menores tuviera lugar en el punto de encuentro de Cas Serres y no, como se estaba haciendo, en la vivienda de su cuñado, colindante a la suya y también ubicada en es Cubells. La mujer acaba de salir de la casa con los hijos cuando se topó con su exmarido. Ordenó a ambos hijos que se bajaran el coche para que no presenciaran la discusión y ambos corrieron a refugiarse en el bosque y se dirigieron a un establecimiento cercano. Al respecto, uno de los hijos, ahora de 12 años, dijo recordar que su padre se había cruzado con su vehículo impidiendo claramente el paso a su madre.