La jueza de Eivissa María Risueño ha archivado la causa abierta contra el párroco de San José, J.L.M., acusado en 2011 de un presunto delito de abusos sexuales a menores.
Según ha explicado en rueda de prensa la abogada Ascensión Joaniquet, el escrito de la Fiscalía analiza una por una las declaraciones de los menores y concluye que hay «un montón de comportamientos, sin credibilidad alguna».
El auto de la jueza María Risueño Cortés ha determinado también que los hechos «no son constitutivos de delito alguno y alza las medidas cautelares interpuestas al sacerdote».
Ocho jóvenes, de entre 14 y 17 años, alumnos del colegio Can Bonet, en San Antonio, aseguraron el pasado mes de abril haber sufrido abusos por parte del sacerdote, director del centro educativo. Inicialmente, sólo dos estudiantes denunciaron al párroco, pero poco después, uno de esos jóvenes retiró su denuncia.
El sacerdote ha comparecido este viernes ante los medios de comunicación y ha asegurado que se le ha hecho un «daño moral irreparable», aunque ha recalcado que, finalmente, la Justicia le «ha amparado y aclarado» que no ha cometido «ningún delito».
También ha lamentado que los medios le «hayan lapidado antes del pronunciamiento de los jueces» y, por eso, ha pedido que el mismo espacio, tiempo y formato que dedicaron a difundir una noticia «falsa, ahora lo den a explicar la resolución judicial».
La abogada Ascensión Joaniquet ha recordado que las medidas cautelares han impedido a J.L.M. desarrollar durante un año su labor como director del Colegio Can Bonet, así como acercarse a los jóvenes a menos de 50 metros.