Rafael Bretón, hermano de José Bretón, acusado de la muerte de sus hijos Ruth y José, ha negado hoy haber borrado llamadas del móvil del imputado, ha afirmado que su familia «sufre como nadie» la desaparición de los niños y ha denunciado que se siente «desamparado» ante el acoso que padece.
En un comunicado remitido a Efe, Rafael Bretón, que reside en Tomares (Sevilla), niega las acusaciones vertidas por la letrada María del Reposo Carrero, que representa a la madre de Ruth y José, sobre el supuesto borrado de llamadas del móvil de su hermano.
José Bretón niega haber hecho algún borrado, afirma que «los teléfonos móviles tienen una memoria limitada de registro de llamadas entrantes, salientes y perdidas», de las cuales las más antiguas «van desapareciendo al estar el móvil encendido y seguir recibiendo o realizando llamadas».
«El resultado del informe sobre las llamadas desaparecidas habría sido el mismo aunque el móvil encendido hubiera estado custodiado en comisaría», añade en la nota difundida a través de su abogado, Simón Fernández Rebollo.
Afirma que «no tiene sentido borrar llamadas de las que la operadora de telefonía móvil guarda registro, aún más cuando la Policía ya en dos ocasiones había extraído toda la información de interés del móvil cuando nos fue devuelto».
«Puedo entender la animadversión hacia mi hermano, pero no acabo de comprender por qué dirigir la ira y sospechas contra mi persona o mi familia cuando no somos responsables de los hechos acontecidos», añade el hermano de José Bretón.
Precisa que han colaborado «en todo desde el principio» y en ningún momento han «mentido o falseado hechos, como se quiere dar a entender».
«Son mis sobrinos, Ruth y José, los que hoy no están con nosotros, y mi familia la que está viviendo una tragedia y sufriendo como nadie puede imaginar por ese motivo», afirma Bretón, y añade que «además del infierno» que viven a diario por la desaparición de los niños, tienen que soportar «insultos, acoso y agresiones, que son la consecuencia del vertido de acusaciones falsas e infundadas», ante las que se encuentran «en total desamparo».
Rafael Bretón es objeto en su domicilio sevillano de una protección por parte de la Guardia Civil ordenada por un juez para que cinco familiares de la madre de los pequeños, Ruth Ortiz, no se acerquen a él o comuniquen con él por cualquier medio, ante las manifestaciones que en el pasado llevaron a cabo frente a su casa.