Los siete presuntos miembros de una banda organizada que, según el ministerio fiscal, se dedicaba a introducir cocaína en Eivissa y Madrid desde Ecuador y Perú, y que se encontraban en prisión desde el año 2010 han quedado en libertad tras resolver la Audiencia Provincial que las escuchas telefónicas practicadas no podían ser tenidas en cuenta en el enjuiciamiento.
Este error en el procedimiento de la investigación fue el principal argumento que utilizó a defensa de los siete acusados en el juicio celebrado en dos sesiones (en septiembre y diciembre del año pasado), argumento que finalmente han aceptado los magistrados de la Audiencia.
La Fiscalía había solicitado penas de entre ocho y nueve años de prisión para los siete imputados, todos ellos varones de entre 31 y 52 años, por «quedar plenamente demostrado que introducían la droga en nuestro país desde Ecuador y Perú» gracias a una serie de conversaciones telefónicas interceptadas por la Policía Nacional entre mayo de 2009 y abril de 2010.
Así, O.A.J.M, de 41 años de edad, y que había sido ausado de ser el organizador del entramado delictivo, queda en libertad, al igual que J.E.V.A y a C.M.O.A, señalados por la acusación como encargados de negociar con los proveedores la compra de cocaína y de localizar y contratar a los correos y J.W.R.G, de 51 años, acusado como el presunto químico de la organización. También han quedado en libertad los correos que traían la droga desde Sudámerica, como E. Z. V. L., un hombre de 52 años de edad que llegó de Lima con dos mancuernas en una maleta que contenían 1,3 kilos de cocaína y cinco envoltorios más con dos kilos, y L. A. G. C., interceptado en la capital de España el 30 de marzo en otro vuelo desde el país andino con bolas, paquetes, planchas y cilindros que contenían 2,3 kilos de cocaína. G. B. U. T., de 31 años de edad, y que supuestamente era el encargado de la distribución de la droga también queda en libertad.
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