Cuerdo y asesino. Los nueve miembros del jruado del tribunal llegaron a la conclusión más dura posible para Mohamed el Badoui: el apuñalador de Sant Antoni intentó matar a nueve personas a sangre fría y por la espalda y lo hizo de la misma manera con Antonio Bonet. La decisión pone al acusado ante una posible condena de 84 años de prisión, la que han solicitado desde principio del juicio la fiscal, Ruth González y la abogada de la acusación particular, Ascensión Joaniquet.
Ninguno de los miembros del jurado aceptó la principal petición de la defensa: la de considerar que el Badoui actuó el 23 de febrero de 2011 bajo un trastorno mental que hacía que se sintiera atacado por las personas con las que se cruzaba y que anulaba su capacidad de razonar. De hecho, sólo uno de los jurados aceptaba que merecía siquiera un atenuante por enfermedad mental. Frente a las contradictorias explicaciones de los psicólogos y psiquiatras que han declarado en el juicio, los jurados han confiado más en lo manifestado por varios testigos que señalaron que El Badoui estaba consciente en todo momento y que seleccionaba a sus víctimas, de manera que evitaba a ciudadanos de origen magrebí a los que en ningún caso hizo amago de atacar.
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