Baleares es la comunidad autónoma que presenta una tasa de criminalidad más elevada con 66,4 infracciones penales por cada 1.000 habitantes en 2013, frente al índice nacional de 46,1, el más bajo de los últimos doce años.
Las infracciones penales -delitos y faltas- registradas el pasado año en el conjunto de España fueron 2.172.133, lo que supone un descenso del 4,3 por ciento con respecto a 2012 y deja la tasa de criminalidad en 46,1 delitos por cada 1.000 habitantes, el índice más bajo de los últimos doce años.
Así se refleja en el informe de criminalidad de 2013 que ha presentado el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, y que acredita, según ha dicho, que «España es un país seguro».
Destacan por tener una tasa superior a la media las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla y las Islas Baleares, por las especiales características de las primeras y los efectos del turismo en la segunda. Esta última circunstancia se aprecia en las provincias que constituyen el arco Mediterráneo y en Madrid.
Los datos incluyen las cifras de delitos y faltas computadas tanto por la Policía Nacional y la Guardia Civil como por Ertzaintza, Mossos d'Esquadra y Policía Foral de Navarra, y por primera vez, se contabilizan las estadísticas de 71 cuerpos de policía local.
Por ello, la comparación no es homogénea con otros ejercicios, aunque el ministro ha resaltado la tendencia a la baja de la criminalidad y la buena situación de España entre quince países comunitarios, ya que la delincuencia de nuestro país es una de las más bajas tras Grecia (29,5 infracciones por cada 1.000 habitantes), Portugal (39,7) e Italia (43,4), frente a 146,7 de Suecia.
Casi todos los tipos de delito descienden
Fernández Díaz ha destacado que salvo las violaciones y los robos con fuerza en domicilio todas las tipologías delictivas descienden, entre ellas los homicidios y asesinatos, que bajan un 17 por ciento al pasar de 364 en 2012 a 302 el pasado año.
Precisamente, el ministro ha resaltado que España se coloca en la tasa más baja en la UE de los quince, con 0,6 homicidios por cada 100.000 habitantes
También descienden los hurtos un 2,9 por ciento (606.832) y los robos con violencia o intimidación un 10,9 por ciento (86.034), frente a los robos con fuerza en domicilio, que experimentan un ligero ascenso de 0,76 por ciento, al pasar de 126.425 a 127.380.
Las agresiones sexuales con penetración crecen un 1,4 por ciento, al registrarse 18 más que el año pasado, con un total de 1.298, si bien, el ministro ha confiado en que estas cifras bajen con la puesta en marcha del plan contra la trata y las medidas contra la violencia a la mujer.
Violencia de género
Sobre este último delito, Fernández Díaz ha explicado que se han producido dos muertes violentas más de mujeres a manos de sus parejas o exparejas (54 frente a las 52 de 2012), en tanto que han disminuido las denuncias por malos tratos (de 55.465 a 54.734 en el último año).
El año pasado se robaron en España 48.855 vehículos, un 11,5 por ciento menos que en 2012, en tanto que las infracciones por tráfico de drogas se redujeron solo un 1,5 por ciento hasta las 14.296.
Arropado por la plana mayor de su departamento y los máximos responsables de la Policía y la Guardia Civil, el ministro se ha congratulado por los buenos resultados, aunque sin caer en la complacencia, y ha atribuido el éxito a la labor de las fuerzas de seguridad.
No solo la estadística refleja un país más seguro, ya que, según Fernández Díaz, la percepción subjetiva de la seguridad también es alta, tanto entre los españoles como entre los extranjeros, tal y como reflejan encuestas como las del eurobarómetro y las del Centro de Investigaciones Sociológicas.
Por comunidades autónomas
Por comunidades autónomas, la tasa de criminalidad más alta corresponde a Baleares, con 66,4 infracciones penales por cada 1.000 habitantes; Madrid (58,4); Cataluña (57,2) y Comunidad Valenciana (50,9), además de las ciudades autónomas de Ceuta (69,5) y Melilla (56,1).
Todas ellas por encima de la media nacional, mientras que en el extremo opuesto se sitúan Extremadura, que con un 26,6 delitos por 1.000 habitantes cuenta con el mejor índice; Asturias (28,1) y Cantabria (29,1).
El ministro ha puesto en valor los planes policiales puestos en marcha en los últimos meses, como el conocido como Plan ROCA contra los robos en explotaciones agrarias y ganaderas, que ha permitido un descenso en los últimos meses de 2013, y el plan contra la delincuencia itinerante para atajar los robos en domicilios.
Su departamento se ha puesto manos a la obra y quiere, en virtud de la Ley de Transparencia, difundir los datos de la criminalidad correspondientes también a los municipios de más de 50.000 habitantes e ir, poco a poco, incorporando las estadísticas de las policías locales.
Pero también poner en marcha, junto con los ministerios de Sanidad y Empleo, proyectos conjuntos para contabilizar los delitos de odio e incidentes racistas y xenófobos, y la creación de un mapa de discriminación.
Sin perjuicio, ha enfatizado el ministro, de la futura ley de seguridad ciudadana, cuya oportunidad ha defendido una vez más no por los datos de la criminalidad, sino por la necesidad de adaptarse al nuevo Código Penal y cumplir el mandato del Congreso de afrontar una reforma de la actual normativa.
El anteproyecto se encuentra en fase de consulta en los órganos institucionales y ha recibido numerosas alegaciones de las partes afectadas, cuya incorporación al texto se está estudiando antes de que el Consejo de Estado le dé vía libra para poder volver al Consejo de Ministros y tramitarse como proyecto de ley.