«¡Te voy a matar, te voy a matar!». Así, navaja en mano, entró un hombre de nacionalidad marroquí y 49 años de edad el jueves sobre las nueve y diez de la noche en un bar restaurante de Vila, especializado en kebabs. Se fue a por el dueño del local, que ayer explicó que desconoce los motivos por los que esta persona hizo lo que hizo. «Me lanzó dos cuchilladas, en equis, pero lo esquivé», recordó ayer el responsable del establecimiento.
Entonces, según el relato de este hombre, fue a por un camarero y le clavó la navaja en la espalda, si bien no fue una herida grave.
Después entró en la barra del local y tiró unos 40 platos por el suelo. Los clientes del local se asustaron, recordó ayer otra de las trabajadoras.
Otro ilustre ciudadano Marroquí -como el moro de Sant Antoni- que tiene afición a los cuchillos y acuchillar a personas sin motivo aparente. Pero la culpa la seguimos teniendo nosotros -nativos y residentes- que les damos trabajo, ayudas y les alquilamos la vivienda donde viven. Y que conste que este no va a ser el último "navajazo" que ocurra. Tiempo al tiempo.