La Guardia Civil ha suspendido de servicio de forma cautelar a los dos agentes detenidos bajo la acusación de robo y cohecho, informaron ayer desde la Comandancia balear del instituto armado. Estos dos agentes de la Guardia Civil, ambos destinados en el aeropuerto de Eivissa, fueron arrestados por robar, presuntamente, 8.000 euros pertenecientes al príncipe de Arabia Saudí Abdulrahman Bin Mossad Abudalziz Al Saud.
A los dos agentes, detenidos por el equipo de Policía Judicial, se les acusa por un delito contra el patrimonio y otro de cohecho, si bien el caso aún está en fase de investigación y habrá que esperar a que sean puestos a disposición judicial y qué medidas se adoptan en el juzgado de guardia.
La detención de los dos sospechosos fue realizada apenas tres horas después de que el aristócrata presentara la denuncia, lo cual ocurrió el martes. Las detenciones son resultado de los hechos ocurridos el lunes, cuando un secretario del príncipe saudí Abdulrahman Bin Mossad Abudalziz Al Saud acudió al aeropuerto de Eivissa para tomar un avión con destino a París.
Gran cantidad de dinero
Los agentes de la Guardia Civil detectaron que el hombre llevaba una cantidad que rondaba los 47.000 euros, un dinero que, al parecer, estaba destinado para realizar un pago en París en nombre del aristócrata árabe, que también se encontraba en la isla y que salió de viaje ese mismo día.
Los agentes recordaron al empleado del príncipe que no podía viajar con esa cantidad de dinero, a no ser que lo declarara, ya que el límite para realizar vuelos internacionales es de 10.000 euros.
Al parecer, si bien acerca de este punto hay distintas versiones según se trate de uno u otro detenido o del denunciante, las partes llegaron a algún tipo de acuerdo que está investigando la Guardia Civil. Los agentes y el empleado del príncipe podrían haber acordado que los guardias civiles se quedaran con 2.000 euros del total. De este presunto acuerdo deriva la acusación de cohecho.
Pero cuando el enviado de Al Saud llegó a la capital francesa comprobó que del total de dinero que llevaba no faltaban 2.000 euros sino 8.000, motivo por el que los árabes decidieron interponer una denuncia contra los agentes, lo cual formalizaron a la una de la tarde del día siguiente del viaje, es decir, el martes.
Los investigadores revisaron las grabaciones de las cámaras de la estancia del aeropuerto en la que ocurrieron los hechos y, como consecuencia de lo que vieron, decidieron arrestar a los dos agentes.
En el marco de la investigación, los agentes de la Policía Judicial realizaron varios registros domiciliarios.