Los análisis realizados en los laboratorios de toxicología con las pastillas decomisadas este verano en Eivissa por la Guardia Civil revelan que en ninguno de los alijos intervenidos se encontraba la droga conocida como caníbal, metilendioxipirovalerona (MDPV), una sustancia psicoactiva con potentes efectos alucinógenos y estimulantes que se pensó que esta temporada había llegado a Eivissa.
Por el contrario, el único químico detectado en las pastillas enviadas a analizar es MDMA (3,4-metilendioximetanfetamina), en mayor o menor concentración, es decir, el principio activo del ya tradicional éxtasis, que es la droga en pastilla más consumida en Eivissa, confirmaron ayer fuentes de la lucha contra el tráfico de drogas en Eivissa y Formentera.
No obstante, aunque ni los médicos en los distintos hospitales de las Pitiüses ni los especialistas que han realizado los análisis a las pastillas decomisadas han detectado la presencia de la droga caníbal, no se puede descartar por completo su presencia en la isla, ya que podría haberse vendido y consumido y haber pasado desapercibida.
En un principio se sospechó que podría circular una partida en Sant Antoni, pero no se pudo comprobar. También saltó la sospecha a raíz de la operación Monkey que realizaron los agentes del Equipo de Delincuencia Organizada y Antidroga (EDOA) de la Guardia Civil de Eivissa, en la que se incautaron de 7.561 pastillas que ahora se sabe a ciencia cierta que eran de éxtasis, 67 gramos de cocaína, 435,2 de metanfetamina, 14,6 de marihuana y 888,30 euros en metálico. La droga estaba en poder de dos jóvenes británicos, uno de 22 años y el otro de 23.
En pleno verano también saltó la alarma a raíz de un vídeo -imagen de la izquierda- en el que se ve a un joven holandés realizar todo tipo de movimientos extraños tirado en el suelo. En principio se habló de droga caníbal. Después se supo que se trataba de metanfetamina.