Los dos hermanos de unos 70 años, un hombre y una mujer, cuyos cadáveres fueron hallados este domingo en su vivienda del número 54 de la calle Císcar de Valencia estaban «embolsados», «atados» y «rodeados de ambientadores», presentaban signos de violencia y llevaban muertos veinte días.
Así lo ha detallado el delegado del Gobierno en la Comunitat Valenciana, Juan Carlos Moragues, quien ha recordado que la investigación se encuentra bajo secreto de sumario y que se espera el informe de la autopsia para determinar las causas exactas de las muertes.
Moragues ha explicado que un sobrino de los fallecidos había detectado su ausencia y los vecinos habían notado el mal olor que salía de la vivienda, por lo que alertaron al Cuerpo Nacional de Policía, cuyos agentes se personaron en la vivienda y descubrieron los cadáveres «en una habitación pequeña llena de ambientadores».
«Estaban embolsados, atados y aparentemente llevaban veinte días muertos, con lo cual su estado de descomposición era avanzado y presentaban signos de violencia», ha relatado Moragues, quien ha confirmado que la cerradura de la vivienda no estaba forzada.
A pesar de los ambientadores y de estar en una habitación pequeña y «apartada», Moragues ha indicado que «al estar atados y embolsados, llevar veinte días muertos y con el calor que hace, empezaba a haber una descomposición considerable y un olor evidente».
«El sobrino detectó la ausencia y los vecinos alertaron del olor, y si no lo hicieron antes fue por los ambientadores que había en la habitación», ha agregado.
El delegado del Gobierno ha explicado que la Policía Judicial y la Científica llevan a cabo las investigaciones para determinar las causas que rodean este suceso y ha apuntado que «todas las líneas de investigación están abiertas».
En ese sentido, ha explicado que están tratando de localizar a las últimas personas que tuvieron contacto con los dos hermanos y preguntado por si sospecha de un móvil, si las víctimas conocían a al autor o autores y si los fallecidos eran de Aragón, ha esgrimido que son detalles de una investigación que está bajo secreto de sumario.
No obstante, ha incidido en que los signos y el escenario de la muerte «son sospechosos» y que los investigadores trabajan para «intentar descubrir la causa de las muertes y si fueron consecuencia de un acto violento».