El gerret ha llegado estos días a su mejor momento del año. Apenas una semana después del merecido homenaje que Santa Eulària le rindió con la primera feria temática que giraba en torno a esta apreciada variedad, los pescaderos del Mercat Nou festejaban ayer la celebración de este evento, que sin duda contribuye a su promoción, coincidiendo con la eclosión de la mejor época para su consumo.
Hace meses, desde finales de noviembre y principios de diciembre, que es uno de los protagonistas imprescindibles en las pescaderías de los mercados y en gran cantidad de cocinas de las Pitiüses.
Sin embargo, es ahora, entre marzo y abril, cuando alcanza su punto más álgido y celebrado: «Las hembras están ovando en esta época y además, por este motivo, es cuando presentan un mejor tamaño», esgrime Rita Ros, del puesto Casa Rata del Mercat Nou, quien destaca la calidad de los ejemplares capturados mediante la pesca tradicional: «el gerret d'artet es más oscuro y sabe mejor», apunta.
«A los clientes les gusta mucho cuando viene con huevos, tanto para freír como para hacer caldos o en escabeche», coincide Vicente, dueño de una pescadería que lleva su propio nombre.
«Hace un par de semanas que nos llega muy hermoso, sale muy bueno y la clientela lo pide mucho», añade Carmen Moya. A pesar de ello, la pescadera lamenta que tras la algarabía de las fechas navideñas la venta «todavía está poco animada».
En cuanto a precios, esta variedad tiene la ventaja de encontrarse comprendida en una franja asequible para todos los bolsillos. En los distintos puesto de pescado del Mercat Nou de Vila oscila entre los 7,90 y los 8,50 euros/kilo. «Lo compramos a 4,50 euros y si le añades el 21% de IVA aparte, más barato no lo podemos vender», señala Moya, quien lamenta que en Eivissa no haya una subasta de pescado que permita oscilaciones en los precios que puedan beneficiar tanto a comerciantes como consumidores, en lugar de tener unas tarifas fijadas para todo el año.
«Luego están los grandes supermercados, que revientan el mercado con sus ofertas», incide Sílvia, una cliente fiel al Mercat Nou y contraria a las grandes superficies: «Te atraen con artículos muy baratos, pero luego lo compensan con otros», critica esta ibicenca.
A pesar de ello, finalmente reconocía que «alguna vez sí que voy y, días atrás, en un hipermercado tenían unas roges de Eivissa con una pinta estupenda, pero no indicaban el precio y si las pides... ¡zasca!», exclama en alusión a un sorpresivo y elevado importe.