El restaurante Sublimotion que tiene el chef español Estrella Michelin Paco Roncero desde hace dos años en el Hard Rock Hotel ha dado un paso más en su intento de fusionar a la perfección arte, gastronomía y tecnología.
Diseñado únicamente para doce comensales, el local propone un recorrido multisensorial que mezcla estos tres ámbitos, consiguiendo fusionar lo tangible y lo intangible gracias a la aplicación del último desarrollo tecnológico del wearable de realidad virtual Samsung Gear VR. Así, gracias a ello, los participantes se transportarán desde el fondo del oceáno hasta países como Perú o Japón e, incluso, podrán saber cómo sería una cena en el año 2050.
Todo ello pudiendo degustar además los platos que prepara Paco Roncero. Por ejemplo, si se está dentro del oceáno se podrán comer «varios tipos de mariscos, crustáceos y cucurbitáceos cocidos al mínimo para conseguir en boca el mayor sabor a mar, acompañado de un caldo frío yodado, unos toques cítricos y tierras con distintos sabores a mar, servido dentro de una caracola gigante retroiluminada de la que come directamente el comensal extrayendo el producto con unas pinzas gastronómicas».
Mientras, si nos trasladamos hasta dentro de cuarenta años, los comensales experimentarán «por primera vez en la historia una inmersión en realidad aumentada aplicada a conocer todo el proceso de elaboración sobre el bocado que está a punto de degustar». Es decir, que gracias, al wearable Samsung Gear VR «toda la información nutricional del plato aparecerá flotando en tiempo real frente a sus ojos acompañada de un vídeo tutorial».
Espectáculo para el postre
Y como colofón a estas experiencias Sublimotion ha preparado un espectáculo escénico denominado El Beso y que es «un postre que se crea de cara al público». Concretamente, según el propio restaurante «doce miembros de la cocina salen a escena con los ingredientes para crear una obra de arte mientras la actriz Mapi Galán, maestra de ceremonias de este show, enumera cuáles son: royal de lima kalamasi; nubes de limón; esponja de yogur; galleta de azúcar tostado; gel yuzu; helado de lima y jengibre; y una pastilla helada de bergamota con otras delicadezas como flores y pétalos con sabor a fruta. Y finalmente, la receta termina de crearse «con una proyección cenital donde la gastronomía encaja con la imagen para conseguir una experiencia singular».