El prestigioso músico de jazz Joan Chamorro (Barcelona, 1962) impartió ayer una magistral master class para una treintena de afortundados en el Espai Cultural Can Ventosa que sirvió de aperitivo para el Eivissa Jazz Festival 2015 que comenzó horas después en el baluard de Santa Llúcia con la actuación del propio Chamorro junto a la joven Andrea Motis y Natalia Dicenta.
El polifacético artista que estudió la carrera clásica de saxofón en el Conservatori de Barcelona y tiene el título de Grado Superior por el Taller de Músics de Barcelona, explicó los entresijos de sus diez años de experiencia en la Sant Andreu Jazz Band, la big band más joven de Europa, creada por él mismo y de donde han salido grandes talentos como Andrea Motis.
Sus claves
En este sentido Chamorro explicó su método pedagógico basado, según sus palabras, en inculcar a sus alumnos «que lo importante en la vida no es la meta sino el camino que te conduce a ella». Por todo ello asegura una y otra vez que el éxito de su Sant Andreu Jazz Band consiste en las veces que insiste a los estudiantes que «la música debe de ser un método para ser felices aunque en ocasiones requiera esfuerzo y muchas horas de estudio».
Además, asegura que estos aspirantes a músicos de jazz tienen que escuchar mucha música para ir avanzando. «Les podemos decir que lean mil partituras y que se aprendan al pie de la letra cientos de canciones pero si no sienten la música dentro de ellos al igual que la sentí yo cuando era pequeño no podremos avanzar en nada», explicó ayer el propio Joan Chamorro a PERIÓDICO de IBIZA Y FORMENTERA antes de comenzar su master class.
Igualmente, el catalán incidió en la importancia de la motivación como idea fundamental en la enseñanza. «No pretendo que sean los mejores ni que ganen muchos premios pero si que se sientan contentos con lo que hacen y que se conviertan en buenos compañeros, porque al final una jazz band es como una pequeña familia», confirmó mientras aseguraba que no hay nada que le llene más de orgullo que ver como los niños son felices haciendo jazz. «No hay nada mejor en esta vida que verles crecer, ver cómo se apasionan y ver cómo van superando etapas hasta llegar, por ejemplo, hasta el nivel de Andrea Motis, una joven que ya es un referente en este estilo de música», concluyó.