El passeig de ses Fonts de Sant Antoni se convirtió ayer en el escenario ideal para acoger una auténtica fiesta popular de las costumbres ibicencas, con motivo de la festividad de Tots Sants.
Decenas de niños acompañados por su padres y madres pudieron disfrutar de lo lindo con las diversas actividades organizadas y con los talleres tradicionales puestos en marcha para la ocasión.
Durante toda la mañana, niños y mayores tuvieron la oportunidad de participar en una trencada popular a la antigua usanza, para la que el Ayuntamiento de Sant Antoni aportó un total de 30 kilos de frutos secos, entre almendras, nueces, cacahuetes y avellanas. Cristina Ribas, concejala de Cultura Popular i Festes Tradicionals, explicó que «lo que pretendemos con estas actividades es que los niños se diviertan, se entretengan y, al mismo tiempo, podamos enseñarles cuales son las tradiciones de nuestra tierra en estas fechas para que no se olviden».
Asimismo, los más pequeños de la familia pudieron dar rienda suelta a su creatividad ensartando en cordeles, a su gusto y criterio, llaminadures y fruta azucarada con las que elaboraron los típicos rosaris dolços.
A este respecto, Irene Marí, de la Associació S' Espurna, encargada del taller de rosaris dolços, para los que se aportaron 12 kilos de golosinas, destacó que «los niños se lo pasan aquí genial. Todo esto, con tantos caramelos y golosinas, les llama mucho la atención. Lo de Halloween está muy bien también, pero esto es lo nuestro y no podemos dejar que se pierda».
Así las cosas, durante toda la jornada se fueron desarrollando diferentes actividades, como una chocolatada con biscotes, una cata de vino pagés donado por Pep de sa Plana, una degustación de empanadas y dulces y, como colofón, una exhibición popular de ball pagés que corrió a cargo de todas las Collas de Sant Antoni, aunque eso sí, vestidos con ropa de calle.