La cofradía Nuestra Señora de la Piedad desfiló ayer por la noche por las calles del popular barrio de la Marina de Eivissa, con una de sus imágenes, el Santo Cristo de la Sangre. Mientras, Nuestra Señora de la Piedad, tendrá que esperar pacientemente su turno para salir desde la Catedral el día de Viernes Santo.
La imagen, que desfiló por primera vez por las calles de la ciudad durante la Semana Santa de 2011, después de haber sido una de las más veneradas durante 70 años por los fieles de la iglesia de Sant Elm, volvió a realizar este Sábado Santo su recorrido habitual desde hace seis años, es decir, las calles Cruz, Rimbau, Conde Roselló, Aníbal, plaza de sa Font y calle Antoni Palau, para dar la vuelta y volver a la iglesia de Sant Elm.
Antes, en torno a las 20 horas, una quincena de cofrades levantaron con gran solemnidad y respeto al Santo Cristo de la Sangre. Una talla que volvió a lucir una gran riqueza de detalles, sobre todo en torno al manto, la corona y sobre todo su pelo natural.