Danny Whittle, Mark Netto, Ben Turner, Simeon Friend y Pete Tong son los cinco socios fundadores del International Music Summit (IMS) que este año celebra su novena edición. Whittle y Netto aún recuerdan aquel primer año, cuando celebraron este congreso en Santa Eulària y asistieron 90 personas. Este año esperan al asistencia de 2.000 profesionales del mundo de la música. El IMS se ha convertido en uno de los tres congresos más importantes de esta industria a nivel mundial. Con este evento llevan el nombre de Eivissa a Shangai, Los Ángeles, Singapur y Malta, lugares donde también celebran el IMS de forma anual y en el que la referencia es Eivissa. El IMS de Eivissa es el central, donde se reúne el mayor numero de productores, artistas, marcas, y profesionales del mundo de la música.
—¿Como se presenta este año el IMS?
—(Danny Whittle) Este año nos hemos centrado en los artistas y tenemos tipos como Pet Shop Boys, Yello, Carl Cox o Richie Hawtin. Normalmente nos hemos centrado más en el lado del negocio con agentes, managers y productores, pero éste es el año de los artistas. Queremos que expliquen su experiencia en el mundo de la música.
—(Mark Netto) Una novedad es que sólo hacemos una noche en Dalt Vila. Antes teníamos dos, una más comercial y otra con un rol más underground y este año como solo tenemos permiso para un evento, el cartel es muy moderno y underground.
—¿Que opinión tienen de la polémica que se ha creado respecto a la celebración de conciertos en Dalt Vila?
—(D. W.) Llevamos nueve años haciendo el IMS. Cuando acordamos llevarlo adelante lo hicimos con el apoyo de las instituciones locales, y decidimos hacerlo en mayo para ampliar la temporada, cuando podríamos haberlo hecho en agosto, que hubiera sido mucho más fácil para nosotros. Pero lo hicimos en mayo, cuando las discotecas no habían adelantado sus aperturas y sólo estaba abierto Pacha. El Ayuntamiento nos apoyó y pensaron que era una buena idea para intentar desestacionalizar y alargar la temporada. Y nos dijeron: «Os apoyaremos si lo hacéis a finales de mayo» y así lo hicimos.
Desde que empezamos con el evento en Dalt Vila nunca hemos tenido problemas de borrachos, detenciones, ni heridos. ¡Nada! Sí es cierto que han habido algunas denuncias por ruido pero acabamos a las 00.00 horas religiosamente. Además, si hablas con los negocios de Dalt Vila, están encantados. La policía y los bomberos trabajan con nosotros cada año y hacen un trabajo fantástico. ¡Además, si es que no abrimos el suficiente tiempo como para emborracharse!
—(M. N.) Creemos que es un tema político, pero lo cierto es que es un sitio increíble y a la gente le encanta. Todo está súper controlado, la policía, bomberos y protección civil siempre han hecho un trabajo estupendo y es una oportunidad para presentar algo realmente icónico como es el Patrimonio de la Humanidad. Creo que es bueno para la imagen de la fiesta de Eivissa, es la única oportunidad de presentar un patrimonio tan increíble y único como es Dalt Vila. Vienen familias enteras y gente de todas partes.
—¿El evento de Dalt Vila ha estado en peligro?
—(D.W.) Sí claro. De hecho para nosotros sería más barato hacerlo en Ushuaïa o en el Hard Rock Hotel. El montaje del escenario en Dalt Vila nos cuesta 100.000 euros. Yo hablé con el Sr. Matutes sobre esto y le planteé la posibilidad de hacerlo en Ushuaïa y fue muy tajante, me dijo: «No. No lo hagas aquí, tienes que hacerlo en Dalt Vila para contribuir y hacer feliz a los taxistas que traen a la gente, a los bares, restaurantes y comercios de la zona, que la riqueza llegue a ellos. Intentad hacerlo en Dalt Vila, sino podéis lo haremos aquí pero intentad seguir allí, es un evento para al gente, para que lo disfrute todo el mundo, sino perderá todo el encanto», nos dijo. Para el sería muy fácil conseguir un contrato más en mayo, pero no quiso.
—En realidad el IMS es un congreso profesional como pueda serlo uno médico...
—(D. W.) Claro, todo el mundo mira a Eivissa y piensa en una gran fiesta y no se dan cuenta de todo lo que hay detrás, la gran industria y la gente que está trabajando, que es mucha. El 80% de la industria musical es negocio y el 20 restante es música. Las Vegas está copiando a Eivissa; hace poco estuve allí y están haciendo lo que se ha hecho aquí desde hace muchos años. Me pone un poco triste que cada año tenemos que afrontar el mismo problema con las instituciones locales, en todos los sitios dan apoyo a los grandes congresos de la música y aquí cada vez que cambia el gobierno hay una nueva lucha y no debería ser de esta manera, en Miami apoyan este tipo de eventos y en Amsterdam también.
—¿Creéis que no tenéis una buena imagen ante los ibicencos?
—(D.W.) Creo que a veces la gente percibe el IMS como un montaje de cinco tíos que vienen a Eivissa hacen su congreso, se forran y se van y no es así. Nuestras vidas están aquí, nuestras cuentas bancarias también. Además, desde que hacemos esto no hemos ganado ni un duro. Todo lo que se recauda se reinvierte en el IMS, y uno de las objetivos del congreso es la promoción de Eivissa, vamos con el nombre de la isla a Singapur, Shangai, Los Ángeles y Malta y luego mucha de esta gente viene a Eivissa ahora en mayo.
—Hace nueve años del primer IMS. ¿Habéis crecido mucho?
—(D.W.) Ya lo creo. La primera vez que lo hicimos hace 9 años fue en el Fenicia, en Santa Eulària y un día en Atzaró, tuvimos 90 personas. Este año esperamos 2.000. El IMS se ha convertido en una de las primeras tres citas mundiales más importantes del planeta.
—(M.N.) Cuando empezamos queríamos hacer la temporada más larga y fortalecerla, hacer de Eivissa un referente relevante para los negocios y aunque hemos crecido mucho aún pensamos que tenemos que hacer más trabajo en ello.
—¿Cuál es el futuro del IMS?
—(D.W) No queremos que se convierta en algo impersonal y queremos que siga siendo familiar y cercano. Así que quizás por 20 euros haremos posible que gente de alrededor del mundo pueda vernos en directo e intercambiar opiniones e impresiones sin necesidad de venir aquí. Podemos conectarnos on line en directo e interactuar y quizás llegar a tener 50.000 personas conectadas alrededor del mundo como miembros del IMS. Nos vemos convertidos en un evento más tecnológico que no de masas. No queremos que acaben viniendo 20.000 personas porque perdería su proximidad.
—(M.N.) Ahora estamos centrados en fortalecer el contenido, conseguir más talento y expandirnos a otros mercados como hemos hecho en Asia o en Estados Unidos y dirigirnos también a los estudiantes. En Malta estamos haciendo el IMS College, enfocado a los estudiantes, para introducirles en este mundo, en la producción y gestión musical para chicos que quizás en dos años ya serán capaces de asistir a un evento como el IMS y valerse por sí mismos.
—(D.W.) Vendría a ser como La Masia del Barça y el Fútbol Club Barcelona. El IMS College sería La Masia y el IMS Ibiza, el Fútbol Club Barcelona.