El Palacio Real de Ammán se ha convertido hoy en el escenario de un particular 'duelo' de elegancia y estilo entre la anfitriona, la reina Rania de Jordania, y la invitada, la Princesa de Asturias.
Ambas están acostumbradas a que su look sea examinado con lupa y a aparecer en las listas de las mejor vestidas, aunque la cita de hoy -connotaciones diplomáticas y políticas a parte- tenía especial morbo por los comentarios que últimamente se escuchan sobre el hecho de que Letizia parece querer imitar a Rania en sus estilimos.
Sea cierto o no, las dos altezas reales se han decantado hoy por la falda por la rodilla, en el caso de la princesa de Asturias, con un vestido en tono rosa palo de corte entallado, y en el de la reina jordana, en un traje de chaqueta en tonos grises. Igualmente, ambas han optado por el pelo suelto y ligeramente ondulado.
Ambas han participado en un almuerzo oficial en el Palacio Real de Ammán al que han asistido 17 miembros de la familia real jordana, siete miembros del Gobierno y seis grandes empresarios.