Juli Soler, impulsor junto a Ferran Adrià del restaurante El Bulli, de la localidad gerundense de Roses, que fue reconocido como el mejor del mundo antes de su cierre en 2011, ha fallecido este domingo por la noche a causa de la enfermedad que sufría, según han informado fuentes próximas a la familia.
Adrià llegó a la cocina de este establecimiento cuando Soler ocupaba el cargo de director y ambos se asociaron para desarrollar un nuevo concepto gastronómico que acabó plagado de reconocimientos internacionales.
Después de todos esos éxitos, los responsables de El Bulli decidieron dar un nuevo giro de tuerca a su proyecto e idearon una fundación que ocuparía el mismo espacio que el restaurante y que se dedicaría a la investigación culinaria.
Juli Soler, nacido el 31 de mayo en Terrassa (Barcelona), ha fallecido a causa de una enfermedad neurodegenerativa contra la que ha combatido los últimos años.
La familia de Soler y el propio fallecido han mantenido la evolución de la dolencia en el ámbito íntimo, aunque durante este tiempo han recibido siempre muestras de apoyo de Ferran Adrià y de diferentes personas vinculadas a la gastronomía.
Soler recibió un galardón de reconocimiento el pasado mes por parte de la Estación Náutica de Roses.
Los empresarios de esta localidad de la Costa Brava premiaban así la trayectoria de Juli Soler y su vinculación al municipio en el ámbito gastronómico.