Ernesto de Hannover sigue un tratamiento desde hace algunas semanas en una clínica de Austria especialista en tratamientos contra la adicción al alcohol, y su familia estudia inhabilitarlo tras su último escándalo en la boda de su hijo donde bebió hasta perder el conocimiento.
Según informa la revista Bunte, Ernesto sufre complicaciones en su salud por sus excesos, y recientemente tuvo que ser ingresado de urgencias por una inflamación de páncreas y hemorragias internas, según se hace eco 'El País' en base a informaciones de la mencionada publicación.
Sus continuos problemas con la bebida han llevado a su familia a considerar la posibilidad de ponerlo bajo tutela, pues creen que es incapaz de responsabilizarse de sus actos. Así, se apunta como posible tutora a su esposa, Carolina de Mónaco, con quien no convive desde hace años y con quien tiene una hija en común.
Bunte también narra los acontecimientos que sucedieron en el enlace de su hijo Christian en Lima. Al parecer se sobrepasó con la bebida y acabó incapacitado, y tuvo que pasar dos días ingresado en un centro hospitalario. Su entorno familiar pretendió que el ingreso pasara desapercibido aludiendo a una intoxicación alimentaria.
«Se ha convertido en una sombra de lo que fue», señala la revista alemana, que añade que pese a que su estado ha mejorado los médicos estudian la posibilidad de mantener un tratamiento psiquiátrico a causa del síntoma de delirium tremens que sufre.