Miguel Bosé se ha enfrentado a un momento «tenso» en su vivienda en México. El cantante lo ha contado en primera persona en un comunicado a través de su cuenta de Instagram. Según la versión que ha compartido el artista español: «el viernes por la noche, un comando de diez sujetos armados irrumpió en mi domicilio». El suceso ocurrió cuando él y sus dos hijos, Diego y Tadeo de 12 años, se encontraban en el interior. Los delincuentes mantuvieron atados a toda la familia y al personal de la vivienda durante más de dos horas.
Los ladrones se infiltraron en el hogar familiar con el rostro cubierto y portaban armas. Una vez dentro, exigieron al artista que les entregara varias de sus pertenencias, como joyas y cuadros, una gran cantidad de dinero en efectivo e incluso se llevaron su vehículo propio. Según medios locales, las autoridades mexicanas están investigando los hechos para intentar esclarecer cómo han conseguido entrar una banda de personas armadas en la urbanización privada y de alta seguridad donde las casas alcanzan los 60 millones de pesos, aproximadamente 3,3 millones de euros. En concreto, se trata del fraccionamiento Rancho San Francisco, una zona residencial de extrema seguridad y mansiones de lujo en Ciudad de México.
En su mensaje, el cantante apunta que fue un suceso premeditado con un plan «muy estudiado y milimetrado». «Todo fue muy tenso, delicado y desagradable», explica Bosé y añade que ahora están todos bien. En el mismo comunicado, el cantante admira y alaba la actitud de los menores que «se portaron como dos valientes». Asimismo, agradece encarecidamente la rapidez de sus vecinos y descarta la idea de mudarse. «A los que especula con que tras lo ocurrido voy a abandonar México, siento mucho decepcionarles. Aquí estoy y aquí me quedaré para hacer frente a lo que sea, en el país más hospitalario del planeta», escribe en redes sociales.