Antoni Juan Marí se encuentra estable tras el susto del domingo pasado, cuando sufrió convulsiones y pérdida del conocimiento por una bajada de azúcar mientras veía en la grada de Santa Eulària el partido entre la Peña Deportiva y el Espanyol B. La rápida intervención de los médicos, entre ellos Enrique Pérez, del club espanyolista, impidió males mayores y permitió salvar su vida.
Vicent Colomar, sobrino de Antoni Juan, afirmó ayer que su tío «se encuentra bien». «No recuerda nada a partir del mareo. Se sorprende de no enterarse de lo que pasó. Ahora le duele la espalda. Supongo que se debe al tiempo que estuvo tumbado entre los asientos del palco», explicó.
Todo ocurrió en el minuto minuto 87 del encuentro, cuando el aficionado sufrió convulsiones en la grada. El partido se detuvo y los servicios médicos de la Clínica Galeno acudieron a la la localidad del seguidor, de 81 años, para atenderle junto con el equipo médico del Espanyol, que justo estaba delante de la escena.
Pérez habló de lo sucedido en los micrófonos de SER Catalunya, a los que declaró lo siguiente: «Los banquillos están muy cerca de la grada. Subí y me encontré a Toni, que estaba teniendo un episodio convulsivo. No fue de larga duración, pero después repitió el episodio y tuvimos que sacar la medicación para controlarlo. Siempre tenemos que estar preparados. Para eso estamos ahí. Lo más importante es que Toni está bien».
Colomar, socio y directivo del club peñista, comentó sobre su tío que «hacía tiempo que no iba al campo porque había sufrido otro problema y acudió con mucha ilusión». «Quizá no se puso la dosis adecuada y le dio el subidón de azúcar. Tenemos que dar las gracias a quienes estaban allí», prosiguió antes de querer mostrar también su agradecimiento público a Enrique Pérez.