El Consell de Formentera valoró ayer de manera positiva, pero «con prudencia», la reducción de hasta el 25% en el número de trayectos marítimos previstos entre las Pitiusas.
Desde la institución insular señalaron este martes a Periódico de Ibiza y Formentera que deben esperar y comprobar cuál será el impacto real de esta medida.
Según consideraron fuentes del Consell, el tráfico marítimo debe racionalizarse «porque se trata de un problema que en los últimos años se ha incrementado en Formentera». Para lograr este objetivo, se trabaja con las otras administraciones implicadas con el fin de conseguir una regulación más acorde a la realidad de la isla pitiusa y, principalmente, del puerto de la Savina.
Entidades como la Asociación de Patronales de Empresarios de Actividades Marítimas de Baleares (Apeam) consideraron esta semana que la decisión de Autoridad Portuaria de prohibir la simultaneidad de maniobras en los puertos de Ibiza y Formentera afectará a la gestión marítima de flotas y rutas.
«Con esta ordenanza de APB se reducirán un 25% los viajes entre Ibiza y Formentera en temporada alta. Si tenemos en cuenta que cada verano se han llegado a programar 160 rutas, tras esta medida creemos que la cifra no sobrepasará los 100 trayectos diarios», señaló el delegado de Apeam, Rafael Cardona.
Esta reducción en las frecuencias marítimas no solo incidirá sobre el número de rutas programadas, sino que también implicará un posible impacto económico. «De momento, todo es una incertidumbre. No obstante, sí que tenemos en cuenta que, una vez la ordenanza entre en vigor, alguna naviera tendrá que prescindir de alguna embarcación», señalaron.
Regulación
El Consell de Formentera ha expresado en reiteradas ocasiones sus intenciones de regular el tráfico marítimo en el puerto de la Savina. De hecho, el pasado agosto el Pleno del Consell aprobó por unanimidad una propuesta sobre la regulación del puerto en la que se instaba nuevamente a la Autoridad Portuaria de Baleares a tomar las medidas necesarias, de manera consensuada con el Consell, para reducir las frecuencias marítimas en la línea regular con Ibiza y que ésta sea «segura y medioambiental y socialmente sostenible».
En el acuerdo también se instaba a APB a «la urgente reorganización del puerto y que se adapte a las necesidades sociales y económicas de la isla, reduciendo los atraques de embarcaciones de línea regular y de excursiones, con la creación de espacios y considerando así la necesidad de tener amarres sociales, una marina seca y espacio para la actividad comercia».
El pasado diciembre, la presidenta del Consell, Ana Juan, volvió a defender públicamente la regulación de la llegada de excursionistas de un solo día a la isla. Según manifestó, no significa «eliminar completamente»estas excursiones, sino establecer un cupo máximo diario para estos visitantes.
Según Juan, esta regulación debería estar contemplada en el decreto que desarrolle la Ley de Transporte Marítimo, pendiente de ser presentado por parte del Govern.