El presidente del Consell de Formentera, Llorenç Córdoba, ha dejado claro este martes que no tiene previsto dimitir, a pesar de que Sa Unió ha rechazado su última oferta para negociar. En estos momentos, Córdoba se mantiene en el Gobierno insular con un único conseller, Artal Mayans, que aún no ha dimitido de sus cargos, tal y como sí han hecho sus compañeros de Sa Unió.
Inicio de contactos
Paralelamente, GxF ha iniciado ya los contactos necesarios con el PSOE y Compromís para activar una moción de censura contra el presidente. Contactos que, según han indicado fuentes de la formación, serán «discretos por el bien de los acuerdos y lo que hay en juego».
En un comunicado, Córdoba ha calificado de «hipócrita» la actitud de Sa Unió al rechazar volver a sentarse a la mesa de negociación a pesar de que el presidente está dispuesto a readmitir en el Gobierno formenterés al cesado José Alcaraz. «Hace unos días», ha afirmado, «lo único que querían es que volviera a entrar Alcaraz como conseller. Y ahora que accedo a su única pretensión por el bien de la gobernabilidad del Consell la rechazan, como todas mis propuestas anteriores. Esto lo único que hace es poner en evidencia que, desde Sa Unió, solo se busca la parálisis de la institución».
Una acusación que ha hecho extensiva a los partidos de la oposición, GxF y PSOE, que, al igual que Sa Unió, han rechazado la posibilidad de participar en la Junta de Gobierno insular. En opinión del presidente, este rechazo no es más que un intento de coaccionarle para que presente la dimisión. Algo que, ha señalado, no hará «porque aún no me han puesto sobre la mesa ningún motivo». Además, ha recordado que fue Sa Unió con él al frente la candidatura elegida por mayoría por los ciudadanos de Formentera.
«El pueblo decidió que gobernara Sa Unió con mayoría absoluta y que PSOE y GxF se quedaran en la oposición», ha explicado Córdoba en su comunicado, «este es el mandato del pueblo y es lo que yo, como presidente, voy a mantener». «La ciudadanía se tiene que preguntar por qué a todos los grupos políticos les interesa echar al presidente elegido democráticamente», ha subrayado. Y ha calificado de «sorprendente» que Sa Unió y los partidos de la oposición formaran un frente común en su contra en el momento en el que él quiso declarar desierta la adjudicación de los quioscos de playa.
Sobre la moción de censura que promueve en estos momentos GxF, Córdoba ha puesto en duda que pueda salir adelante porque, según ha explicado en su comunicado, los tres consellers de Compromís que podrían apoyar este movimiento quedarían como no adscritos si dejaran Sa Unió. Una condición que, ha afirmado, les impediría ser miembros de un nuevo equipo de Gobierno. Esta afirmación podría ser cuestionable pues la Ley de Consells indica que la figura de miembro no adscrito «no será aplicable en el caso de candidaturas presentadas como coalición electoral cuando alguno de los dos partidos políticos que la integran decida abandonarla».
El cambio
De salir adelante esta moción de censura, la situación cambiaría radicalmente en el Consell formenterés pero también podría hacerlo en el Parlament y el Govern. Y es que, con un Consell en manos de GxF y el PSOE, no sería extraño que el diputado por la isla en la Cámara autonómica retirara, esta vez sí, su apoyo incondicional al Ejecutivo del PP. Una situación que podría afectar gravemente al Ejecutivo autonómico, que no tiene asegurados tampoco los apoyos de los diputados de Vox.