Una de cada tres inspecciones realizadas por la Unidad de Supervisión y Control (USC) del Hospital Can Misses, un servicio del Área de Salud, está relacionada con la comida. Restauración y cafetería, con 35 y 12 inspecciones, respectivamente, son los servicios donde más controles se han hecho desde el servicio de sanidad público desde que la concesionaria asumió este servicio. El último realizado ha supuesto la apertura de un expediente al detectar dos lotes de productos caducados en cocina.
El total de inspecciones realizadas desde 2015 ha sido de 140. En este último año, hasta el 6 de noviembre, han aumentado las inspecciones un 22%, con un total de 61, respecto a las del año pasado. En 2016 se efectuaron 50 y en 2015, 29.
Además de las inspecciones realizadas en los servicios de restauración y cafetería, la USC ha realizado 24 controles en lavandería, 24 en logística, 16 en mantenimiento, ocho en limpieza, cinco en guardería, cuatro en las máquinas de vending, cuatro en archivos de historias clínicas, dos en desinfección, desinsectación y desratización, dos en seguridad y una en cada uno de los servicios de esterilización y telefonía, según los datos facilitados por el Área de Salud.
Las inspecciones se realizan de manera aleatoria o bien responden a alguna incidencia detectada por los profesionales del servicio de salud a través del sistema informático Optima. En el caso de la última que ha determinado la apertura del expediente en cocina la semana pasada fue por una inspección rutinaria.
Las mayores inspecciones se realizan en los servicios más sensibles y relacionados con la atención al paciente, como es el caso de lavandería, restauración y cafetería. La USC ha ido aumentando progresivamente las inspecciones y también el personal de este servicio ya que desde el Área de Salud de Ibiza y Formentera recuerdan que se trata de «el contrato más importante del Área de Salud y hay que dotarlo de recursos», subrayan.
LA NOTA
Inspecciones físicas, auditorias o encuestas
LA USC hace labores de control y evaluación de la operatividad y disponibilidad de todos los servicios concertados. Para garantizar la calidad y seguridad de la prestación de los servicios se emplea una serie de herramientas, como las inspecciones físicas, las auditorias, las encuestas de satisfacción, el análisis del sistema del registro de incidencias Optima, la comparación de procedimientos de trabajo acordados y la revisión de documentados exigida a la concesionaria.