Un preso preventivo en una cárcel de Ibiza ha solicitado por segunda vez su libertad provisional recordado al juez que la ONU ha pedido en los últimos días «reducir la población carcelaria» en los países afectados por la pandemia de coronavirus para evitar que la enfermedad «se extienda de forma masiva» en estos centros.
Así lo argumenta el abogado del preso en un nuevo escrito presentado ante el Juzgado de Instrucción número 4 de Ibiza, en el que solicita que rectifique la medida de prisión preventiva por la situación «absolutamente excepcional» que ha provocado la epidemia de COVID-19, ya que los plazos procesales se han suspendido y esto supone un «menoscabo de los derechos fundamentales» de su defendido.
El letrado alega, en un escrito al que ha tenido acceso Europa Press, que no se ha podido trasladar a Ibiza --vive en Madrid-- para la declaración de un testigo de la causa y que tampoco ha podido seguirla por videoconferencia, por lo que considera que es «nula».
Según fuentes judiciales, el investigado es un joven que se entregó a la Policía Local de la localidad de Santa Eulària tras acuchillar al novio de su expareja. El escrito informa de que «el perjudicado está dado de alta desde hace tiempo, que quiere decir que nunca tuvo riesgo de morir, afortunadamente», un riesgo que, según afirma, «sí tienen los presos preventivos si la pandemia se extiende dentro, suponiendo además ellos por su edad un foco de expansión hacia internos más mayores y con patologías, que también los hay».
«Todo se va a retrasar, ralentizar y mucho de lo acordado y otras diligencias futuras quedarán pendientes en las próximas semanas, estando nuestro mandante en un limbo procesal, al albur de una epidemia no controlada y un futuro desconocido», remarca.
El letrado insiste en que el investigado tiene una hija menor y la madre de ésta trabaja, y cree que «no hay impedimento en que esté en su casa confinado, ayudando a cuidar a su hija». «Su familia le necesita más que nunca para hacer frente a la situación creada y ya no pueden visitarle con plenas garantías y de forma normal», subraya.
NO VA A PODER SALIR DE IBIZA
El abogado reitera que «la prohibición de moverse con normalidad en su lugar de residencia --Ibiza-- le va a obligar a estar en casa», ya que «más que nunca esa especie de arresto domiciliario se hace ahora obligado». «¿Es tan peligroso nuestro mandante para que no pueda estar en su casa, cuando se entregó voluntariamente a la policía, no tiene antecedentes penales, vive y nació en Ibiza y el perjudicado está dado de alta?», se pregunta.
Es la segunda vez que este preso solicita su puesta en libertad provisional desde que se declaró el estado de alarma por la pandemia de coronavirus. La semana pasada, el juez lo denegó argumentando que no constan «circunstancias nuevas» ni pueden «considerarse excepcionales» las que alega el recluso.
El instructor recordaba los acuerdos del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) sobre servicios esenciales de la Administración de Justicia, según los cuales «la suspensión de trámites y plazos procesales no alcanza a los procedimientos y actuaciones con detenido ni a cualquier actuación en causa con preso, así como en general respecto de cualesquiera otras que resulten de naturaleza urgente e inaplazable relacionadas con medidas cautelares».