La presidenta del Govern balear, Francina Armengol, aseguró ayer en Menorca que «lo seguiré haciendo», en relación a la polémica surgida a raíz de su asistencia a una comida organizada por el alcalde de Ibiza, Rafa Ruiz, en el Salón de Plenos del Ayuntamiento de Eivissa. Armengol aseguró que es su «obligación asistir a reuniones de trabajo» y añadió que lo seguirá haciendo pese a las restricciones que pesan en estos momentos en las islas por la pandemia.
[Rafa Ruiz monta a Armengol una comida en el interior del Ayuntamiento de Ibiza que sería ilegal en un local]
«Como he hecho aquí hoy [por ayer], he tenido reuniones y seguiré asistiendo a reuniones de trabajo en todas las islas», comentó Armengol, a pesar de que el BOIB publicado el sábado no admite lugar a dudas del comportamiento que se espera: teletrabajo siempre que se pueda y recomendación de evitar las reuniones presenciales.
El Ayuntamiento de Eivissa, por su parte, defendió que el encuentro entre la presidenta y empresarios de la isla celebrado en la sede del Consistorio se ajustó a la normativa sanitaria vigente y que fue una reunión de trabajo y no una comida, aunque se sirvieran viandas y bebidas.
El encuentro se celebró el lunes en el Ayuntamiento con la asistencia del alcalde Rafa Ruiz y el conseller de Vivienda, Josep Marí Ribas y varios empresarios y, según el Consistorio, «se dio la posibilidad de comer algo siguiendo el protocolo sanitario» porque se produjo a las 14.00 horas.
Comida ilegal
Esta comida sería ilegal en la terraza de un restaurante porque los nueve asistentes repartidos en tres mesas, tres en cada una, habrían superado el máximo de dos núcleos de convivencia por mesa.
La Federación Socialista de Eivissa (FSE-PSOE) se sumó también a las reacciones y aseguró en un comunicado que comer en el centro de trabajo está permitido por la normativa sanitaria, y añadió que hay numerosos ejemplos recientes.
Entre estos, destacan la «comida y bebida» que ofreció el presidente del Consell, Vicent Marí, a los visitantes de fuera de la institución en reuniones que han tenido lugar «en las últimas semanas y durante todos los meses de pandemia».
Los socialistas consideran que en política «no todo vale» y que se deben rechazar las «campañas difamatorias» basadas en la «manipulación y la falsedad».
Desde el Partido Popular pedirán explicaciones al alcalde de Ibiza por la comida organizada en el Salón de Plenos del Ayuntamiento y en la que se incumplieron las restricciones que se imponen a los ciudadanos.
El presidente de los populares ibicencos, José Vicente Marí Bosó, manifestó que el primer edil «debe explicar por qué una comida privada que no se podría celebrar en un bar o restaurante se hace en dependencias públicas y si este gasto se ha cargado al erario público, ya que no era de carácter municipal».
Explicaciones
Marí Bosó pedirá a su vez explicaciones sobre qué causas justifican que el alcalde de Vila y la presidenta del Govern se salten «todas las restricciones que se imponen a los ciudadanos» y tachó de «muy preocupante» que Ruiz «no aparezca para resolver los problemas de los ciudadanos, pero corra a ponerle la alfombra roja a Armengol, lo que refleja la sumisión a la presidenta por encima de los problemas de los vecinos».
Además, criticó que el equipo de gobierno de Vila no permita a los demás grupos políticos asistir presencialmente al Salón de Plenos para la celebración de sesiones y «que sí se pueda utilizar como restaurante en caso de que venga Armengol». «Ruiz debería salir hoy mismo (por ayer) a dar explicaciones y pedir disculpas a los ciudadanos», sentenció.
Desde Ciudadanos, su portavoz en el Ayuntamiento de Eivissa, José Luis Rodríguez, ni para el alcalde del municipio ni para la presidenta del Govern «debería existir ningún tipo de confusión» a la hora de aplicar las medidas restrictivas por la Covid.
«Las justificaciones que ha dado el equipo de Gobierno no son verdad ni es el ejemplo que deben dar los máximos representantes de las instituciones», añadió. «Estos comportamientos generan incertidumbre y miedo por las medidas que puedan adoptar estos señores por el inminente inicio de la temporada», concluyó Rodríguez.
Por su parte, el vicepresidente del Consell d'Eivissa, Mariano Juan, calificó de «inaceptable» que políticos hagan una reunión con personas escogidas a dedo para hacer una comida «cuando es una actividad que está prohibida en el interior de los restaurantes y también limitada en el exterior por medidas dictadas por la presidenta del Govern balear, que es precisamente una de las personas que estaba en el Ayuntamiento incumpliendo estas normas».
Asimismo, aseguró entender que «el PSOE esté nervioso» pero «que no trate como tontos a los ibicencos cuando compara la comida de Can Botino con el acto que se hizo en el Consell, que era público, estaba en la agenda y era abierto a los medios de comunicación».
«Si consideran que es lo mismo servir un café con leche a una comida como la organizada en el Ayuntamiento que no cumple la normativa, que era privada y que no estaba en la agenda de nadie, es que están muy desesperados», sentenció el vicepresidente insular.
Desde Podemos, por su parte, declinaron hacer declaraciones sobre esta polémica.