La Asociación Española de Guardias Civiles (AEGC) se sumó ayer a las quejas del sindicato de Policía Nacional Jupol y denunció también las dificultades de sus efectivos para acceder en Ibiza a una vivienda asequible. «Prevemos una temporada muy complicada porque tenemos una falta de personal brutal», alertaron.
El alto coste de la vida y, sobre todo, el inasumible precio de un alquiler provocan ya que la plantilla de la Guardia Civil en Ibiza tenga «muchísimas vacantes», con algunas unidades al 50%.
«Este año la situación la vemos peor que el anterior. El año pasado, y gracias a las gestiones que hicimos, finalmente nadie tuvo que dormir en el coche, aunque a otros funcionarios sí les sucedió. Alguno de nuestros guardias tuvo que llegar a dormir en una tienda de campaña», lamentó desde AEGC el delegado en Ibiza, Iván Fidalgo.
Dormir en el coche
Otros efectivos recién llegados a la isla también se vieron obligados a pernoctar en pensiones de baja categoría, utilizando cuartos de baño compartidos y teniendo con ellos todo el material y armamento. Sin duda, una situación poco recomendable, según consideró Fidalgo.
Lo cierto es que en 2022 miembros del sindicato e incluso altos mandos del Instituto armado en la isla movieron ficha para conseguir que ningún agente desplazado tuviera que dormir en el coche, aunque «alguno estuvo a punto».
A las puertas de comenzar una nueva temporada turística, el sindicato de la Guardia Civil lamentó ayer que «este año vemos cómo los precios del alquiler no paran de subir y parece que no tienen techo».
Si sucede como la temporada anterior, en julio podrían llegar a la isla «un montón de alumnos en prácticas» que difícilmente, con un sueldo inferior a los 1.000 euros, podrán pagarse un alojamiento. El pasado año fueron un total de 85 los agentes destinados.
Irse de Ibiza
«Junto al cuartel de Ibiza hay unas seis o siete caravanas y en algunas viven compañeros. Lógicamente, no son las mejores circunstancias para vivir», puntualizó Fidalgo, quien añadió que «unos lo llevan mejor que otros», según el talante de cada uno.
Desde el sindicato explicaron que los efectivos destinados, dependiendo de si están en prácticas o son ya guardias formados, deberán permanecer entre un año y dos en la isla.
También lamentaron que numerosos agentes, con años de trabajo en el cuartel ibicenco, solicitan traslado siempre que pueden, aunque por diferentes razones no se les concede. «Algunos se quieren ir de Ibiza a toda costa y piden destinos que habitualmente tienen vacantes porque no hay mucha gente dispuesta a ir», manifestaron.
«Si todo el mundo que se quiere marchar lo hiciera mañana, nos quedaríamos cuatro gatos en la isla», señalaron desde esta asociación.
Los agentes son conscientes de que los precios «desorbitados» e «inaccesibles» suponen un problema para cualquier trabajador que deba buscar en Ibiza una vivienda de alquiler.
Cabe recordar que este pasado miércoles, los policías nacionales denunciaron también la pesadilla que viven muchos efectivos que necesitan en Ibiza un inmueble para vivir. En algunos casos, les han llegado a exigir por una casa el pago por adelantado de hasta 36.000 euros, algo que es completamente ilegal.