El restaurante de Ibiza que causó polémica la semana pasada por intentar cobrar 12 euros por un gancho para colgar el bolso ha anunciado acciones legales contra la clienta que denunció el caso en redes sociales y le reclama la retirada de las publicaciones, una rectificación pública, así como el pago de una indemnización de 36.000 euros por daños y perjuicios, con posibilidad de ampliación si los efectos negativos persisten.
El local ha calificado los mensajes de la mujer en redes como «manifestaciones falsas y difamatorias» y ha asegurado que han generado «un grave daño a su reputación y a su actividad empresarial».
Fue la pasada semana cuando a través de las redes sociales, la clienta aseguró que el establecimiento le quiso cobrar 12 euros por utilizar un gancho para colgar el bolso después de que una camarera le insistiera en que lo usara sin avisarle de que tenía un coste. La asociación de consumidores Facua se hizo rápidamente eco del caso.
Los hechos se remontan al pasado 5 de agosto, cuando la clienta realizó una consumición en el establecimiento. Durante el servicio, según la versión del establecimiento, se produjo un «error involuntario» en la cuenta al añadirse un concepto erróneo, que fue corregido de forma inmediata antes del pago, sin que existiera perjuicio económico para la clienta.
Sin embargo, días más tarde la usuaria difundió en la red social X lo que para el restaurante son «acusaciones de prácticas engañosas acompañadas de un documento distinto de la factura real».
La publicación alcanzó más de 591.000 visualizaciones, generando un fuerte impacto mediático, una disminución en las reservas del restaurante y una ola de comentarios ofensivos y de hostigamiento contra el personal, han insistido desde el establecimiento, que han criticado igualmente que Facua convirtiera en noticia una acusación que ya había sido desmentida, «contribuyendo a incrementar el descrédito hacia el restaurante y, por extensión, al sector hostelero de la isla».
Además, diversos medios europeos se hicieron eco de la noticia, tales como el periódico digital británico Express y el Euro Weekly News, entre otros.
Acto de conciliación
La representación legal del restaurante ha solicitado un acto de conciliación previo a la interposición de querella criminal por calumnias con publicidad, tipificadas en los artículos 205 y siguientes del Código Penal.
En el procedimiento, el restaurante reclama la retirada inmediata de las publicaciones difamatorias, la rectificación pública en la misma red social, reconociendo la falsedad de lo difundido, así como una indemnización de 36.000 euros por daños y perjuicios, con posibilidad de ampliación si los efectos negativos persisten.
Desde la gerencia del restaurante han subrayado que la crítica constructiva forma parte de su filosofía de mejora constante, pero han denunciado el uso irresponsable de las redes sociales como herramienta de descrédito.
«Creemos en la crítica constructiva y escuchamos siempre a nuestros clientes, pero no podemos permanecer impasibles ante acusaciones falsas que atentan directamente contra el esfuerzo, la profesionalidad y la reputación de todo nuestro equipo», han manifestado desde el restaurante.
La letrada, por su parte, ha recordado que este caso abre un «debate necesario» sobre la responsabilidad en la viralización de noticias falsas en redes sociales.
«La justicia deberá pronunciarse sobre quién asume las consecuencias de la injuria grave con publicidad: si el autor original de las acusaciones, las plataformas que las viralizan o las entidades que las difunden sin contrastar», ha concluido.
LaqSe trata de accesorios personalizados que están en venta. Esto ha sido una confusión y la clienta se ha aprovechado para ganar seguidores.