El médico forense que acudió a la vivienda de Ses Païsses donde falleció el anciano aseguró ayer que la acusada, que estos días está siendo juzgada en la Audiencia Provincial, mostró en entrevistas posteriores a los hechos una evidente falta de empatía, algo que llamó la atención del experto.
El forense resaltó la «frialdad e indiferencia» de la mujer y afirmó que, en el momento del suceso, ésta no tomaba ningún tipo de medicación y diferenciaba perfectamente el bien del mal. A pesar de padecer un trastorno esquizoafectivo, en el momento del crimen no sufrió ningún brote y era perfectamente consciente de sus actos, reiteró.
El forense explicó además que la acusada mostró «nebulosas» en sus recuerdos cuando se trataban de introducir los hechos juzgados, evitando recordarlos intencionadamente.
El forense reconoció también que el fallecido tuvo una larga agonía. Su cuerpo había sufrido quemaduras de segundo grado en los planos anterior y lateral y además inhaló mucho humo ya que el hombre no tenía movilidad y no pudo salir. Tras los exámenes posteriores, se encontraron en el organismo sustancias como ketamina o lidocaína, aunque éstas suelen utilizarse cuando los sanitarios tratan de recuperar a una persona que ha sufrido graves quemaduras.
«Entendimos que se accedió al interior de la vivienda con llave»
En el juicio, testificaron ayer dos agentes del Laboratorio de Criminalística de la Guardia Civil, especialistas en incendios. Según relataron, ni se encontraron puertas forzadas para entrar en la vivienda ni acelerantes, iniciándose el fuego claramente en dos puntos de la casa: el salón y el garaje.
Según confirmaron, se trata de un incendio intencionado en el que se aplicó una llama directa sobre los cojines hallados bajo el vehículo en el garaje y probablemente también sobre el sofá del salón. «Entendimos que se accedió al interior de la vivienda con llave», insistieron los agentes.
Cabe recordar que desde el lunes la Audiencia Provincial celebra el juicio contra la mujer acusada de, presuntamente, provocar un incendio en una casa en la que dormían dos personas mayores, una de las cuales murió. La inculpada está acusada de un delito de asesinato y otro de incendio y la Fiscalía pide que sea condenada a prisión permanente revisable.
Para casos tan repugnantes y brutales como este , terrorismo, pedofilia, violaciones y demás monstruosidades se debería reinstaurar y aplicar la pena de muerte, pero una muerte dolorosa y cruel acorde con lo cometido. REINSTAURACIÓN DE LA PENA DE MUERTE YA