El conductor había descansado antes del viaje y las víctimas murieron aplastadas al chocar contra el vehículo que circulaba por la otra vía en sentido Valencia, ha dicho este lunes Raúl López, hijo del dueño de Autocares Alejandro, empresa a la que pertenecía el autobús accidentado en Freginals (Tarragona).
Las trece universitarias que murieron en el accidente ocurrido este domingo «fueron aplastadas por el coche. La mayoría iban durmiendo, habían salido a las 03:30 horas de la madrugada», ha señalado Raúl López, para quien los viajeros que eligen el horario nocturno aprovechan para dormir.
Sobre la posibilidad de que algunos de los viajeros no llevasen puesto el cinturón de seguridad, López ha señalado que «en este caso, no hubiera afectado porque fueron aplastados», y ha insistido en que el autobús es un Mercedes nuevo «con todos los sistemas de control y seguridad».
Raúl López acudió este domingo al lugar del accidente junto a su padre, Alejandro López, que volvió a Freginals después de dejar en Barcelona a los viajeros del autobús que conducía, que era el penúltimo de la comitiva de cinco vehículos y precedía al siniestrado.
Raúl López ha explicado que aún no han conseguido hablar con el conductor del autobús siniestrado, que está ingresado en la UCI, pero sí con su hija, que este domingo les dijo que estaba en estado de shock.
«Es un conductor impecable. Hace más de 30 años que conduce, 17 de ellos con nosotros, y nunca ha habido ningún problema con él», ha explicado López, que ha indicado que Autocares Alejandro tampoco ha tenido nunca accidentes.
El hijo del propietario de Autocares Alejandro ha asegurado que los conductores de los cinco autocares, que viajaban en comitiva, entre ellos su padre, habían llegado a Valencia a las 12.00 horas del mediodía y habían descansado hasta las 03:00 de la madrugada.
Sobre la posibilidad de que el conductor del vehículo accidentado, que dio negativo en el test de alcohol y drogas, estuviera tomando alguna medicación que le hubiera podido provocar somnolencia, López ha reconocido que lo desconoce.
El hijo del propietario de Autocares Alejandro ha explicado que su padre, Alejandro López, de 61 años, está «destrozado» y en la empresa están «todos desesperados, esperando que esto sea una pesadilla y cuando nos despertemos no haya sucedido».
«Sabes que no hemos tenido ninguna culpa, porque el autocar era nuevo y estaba equipado en materia de seguridad, pero piensas en las víctimas y se te rompe el corazón», ha declarado Raúl López.