El duque de Palma, Iñaki Urdangarin, desveló ante el juez instructor del ‘caso Nóos' y los fiscales anticorrupción que su exsocio Diego Torres y su mujer, Ana Tejeiro, habían utilizado un talonario de cheques identificado con sus iniciales ‘IU' para extraer 2.500 euros en repetidas ocasiones, hasta sumar 147.800 euros.
En el segundo día de la declaración que se prolongó durante 22 horas el pasado fin de semana, Urdangarin denunció ante el juez, las acusaciones y los abogados personados, que Torres le «robaba».
El relato pormenorizado de los hechos, según la particular óptica del marido de la infanta Cristina, ha quedado reflejado en 42 folios. Urdangarin entró al juzgado a las 9 de la mañana del pasado sábado y lo abandonó a las 4 de la madrugada del lunes. En leer y dar por bueno el contenido de los 42 folios tardó una hora y media. El sábado por la noche durmió en el Palacio de Marivent junto a su esposa, que se desplazó a Palma para «apoyarlo». Ayer, regresaron a Madrid. Ninguna de las acusaciones pidió, de momento, medidas cautelares.
«Torres y su mujer se apoderaron de 147.800 euros de mi chequera», subrayó Urdangarin.
Cheques firmados
Dijo que se había enterado de todo ello por el procedimiento abierto en el Juzgado de Instrucción 3 de Palma. «Los cheques fueron firmados por Ana Tejeiro y al mismo tiempo Diego Torres realizó una declaración paralela (en Hacienda) en 2008», indicó. A la pregunta de la letrada de Manos Limpias de si tenía previsto denunciar a Torres al enterarse de que sus cuentas con él no eran transparentes, respondió: «Por ahora no».
Urdangarin se desvinculó de todos los indicios que le incriminan en la supuesta comisión de cuatro delitos; malversación, falsedad documental, fraude a la administración y prevaricación. Respondió con constantes evasivas, negó su vinculación con sociedades opacas en el extranjero, tildó de mentiroso al excontable de Nóos, Miguel Tejeiro y rechazó haber participado en una trama para lucrarse con fondos públicos.
Proyectos
Solo admitió su participación en dos proyectos empresariales en 2008 y haber abordado por correo electrónico cuestiones relativas a diversas facturaciones a empresas, pero subrayó que dicha actuación «en modo alguno» contraviene la recomendación que le hizo la Casa del Rey en 2006 de que no contratara con instituciones públicas ni tampoco que rompiera la vinculación empresarialmente a Diego Torres.
Urdangarin cargó con dureza contra Torres, con el que empezó a tener «mal feeling» y del que se distanció debido «a la disparidad de criterios sobre proyectos compartidos». Dijo que Torres negoció a sus espaldas contratos públicos, en particular uno de dos millones de euros con la Generalitat Valenciana por los Juegos Europeos. «Nunca conocí ese acuerdo. El documento lo elaboró Torres a mis espaldas», precisó. Torres ha declarado en dos ocasiones, ante el juez José Castro y el fiscal Pedro Horrach, pero en la citación del pasado 11 de febrero se acogió a su derecho a guardar silencio.