María José Garcés, traumatóloga del hospital Can Misses, es una de las profesionales que acude al curso de catalán, al nivel inicial. Esta médico navarra, que lleva veinte años en Ibiza, asegura que acude a los cursos «porque quiero hablar; hago el curso de catalán por integración, me gusta hablar con los pacientes; no estoy presionada como el resto de compañeros». Alude a otros colectivos profesionales que acuden al curso, como las auxiliares de enfermería, «que están preocupadas; los veo un poco apurados pero no es mi caso». De hecho, Garcés ha aprovechado la oportunidad que le brinda la administración para hacer el curso de iniciación y que la matrícula es gratuita. La especialista asegura que el catalán no ha sido un inconveniente y, de hecho, primero se lanzó al inglés y francés. Inicialmente no le afecta el decreto de catalán, aunque sí para la promoción interna, si quiere acceder a una jefatura de servicio o para un traslado. Ante la polémica por el decreto, asegura que tiene compañeros «que son de Ibiza y no tienen la titulación; eso se tendría que mirar con más detalle».
Entiende que el Govern quiera promocionar el catalán como una de las lenguas oficiales de la comunidad, «pero el problema es cómo lo gestionas; tienes que atraer seduciendo no con obligación. Si se hubiera presentado de forma más progresiva, no estarían tan nerviosos por la precipitación».