La patronal de las viviendas turísticas en Ibiza alertó ayer sobre la «indefensión absoluta» que pueden sufrir los propietarios ante las nuevas sanciones contempladas para acabar con las fiestas ilegales en la isla.
El presidente de la Asociación de Viviendas Turísticas (AVAT), Roberto San Esteban, reiteró que en la patronal están a favor de todo lo que contribuya a acabar con el problema que suscitan estos eventos. Para el sector, la nota discordante en las medidas anunciadas por el Consell d´Eivissa y el Govern tiene que ver con las posibles sanciones que pueden recaer también sobre los propietarios de una vivienda donde tenga lugar una de estas celebraciones ilegales.
«No se puede sancionar a un propietario sin acreditar que tiene algún tipo de responsabilidad o conocimiento sobre la organización de la fiesta. Que nos traspasen la culpabilidad es algo que, en un principio, nos parece que no debería ser así. Que no vayan en contra de los propietarios porque somos un afectado más», puntualizó el presidente de la patronal. De hecho, recordó que tanto propietarios como comercializadores suelen informar a los clientes sobre la prohibición de celebrar estas actividades en las viviendas que vayan a alquilar.
Cláusulas en los contratos
Para prevenir posibles problemas, San Esteban consideró que una buena medida sería que, ante cualquier celebración especial en una vivienda turística, se deba pedir un permiso especial.
Según añadió el presidente, a la hora de formalizar el alquiler de una residencia turística ya es muy habitual incluir en los contratos determinadas cláusulas para tratar de impedir las fiestas ilegales. Con la modificación normativa, Avat no descartó utilizar desde ahora un contrato general para sus asociados y comercializadores con cláusulas más específicas que permitan eludir posibles sanciones.
En casos de detectarse irregularidades en una vivienda, la patronal defendió la importancia de recibir una notificación inmediata por parte de las autoridades correspondientes para sumarse a las denuncias contra los clientes que incumplan la ley.
La asociación trabaja también en la puesta en marcha de una aplicación que se instalaría en las viviendas y que serviría para alertar cuando en la casa se registre un ruido excesivo, lo cual permitiría detectar fiestas ilegales y actuar en consecuencia.
San Esteban concluyó asegurando que las instituciones saben que la gran mayoría de fiestas ilegales suelen celebrarse en viviendas sin licencia turística, aunque «debemos aclarar varios puntos» y evitar futuros problemas.
Inquietud en el sector
En un comunicado de Avat, la patronal reconoció ayer la «inquietud» del sector ante las posibles sanciones, por lo que consideraron que debe quedar «muy claro» si el propietario ha colaborado activamente en la organización de la fiesta.
El presidente lamentó cómo en la patronal ha habido casos de denuncias recibidas por los propietarios dos años después de haber sido interpuestas: «Pasado ese tiempo, no se le puede reclamar al cliente. No se le puede exigir absolutamente nada».
Sobre el endurecimiento de las sanciones previsto en la modificación normativa, San Esteban consideró que es acertado puesto que, cuando alguien incumple y obtiene beneficios económicos con determinadas actividades ilegales, es importante sancionar con cantidades altas, pero «que se multe a quien se tenga que multar».
La patronal aclaró ayer que «ni a los comercializadores de viviendas ni a los propietarios les interesa que se celebre una actividad ilegal en una vivienda turística, por lo que su posible responsabilidad en la organización se dará probablemente en ínfimos casos». También reiteraron que los propietarios no pueden controlar lo que hacen los inquilinos en las viviendas que alquilan puesto que hay cuestiones que chocarían con el derecho a la intimidad.